Las pirámides de Giza y las estrellas Orión |
Muchas son las observaciones y estudios realizados, desde que en 1993 Robert Bauval y Adrian Gilbert publicaran en su libro “El Misterio de Orión”, la controvertida cuestión de la alineación de las pirámides con las tres estrellas del cinturón de Orión. La cuestión es que las tres pirámides, aparecen ligeramente desviadas respecto de la configuración perfecta.
Dado que los egipcios eran perfeccionistas en el nivel de exactitud matemático, este argumento no convencía del todo a los partidarios de la teoría de la TCO. (Teoría de Correlación con Orión). Faltaba una alineación para completar la TCO, y Andrew Collins la encontró:
La alineación con las estrellas de la constelación de Cygnus hace que la TCO sea perfecta.
Collins descubrió un grupo de estrellas en la constelación de Cygnus que encajaban exactamente con la perfección del modelo matemático egipcio. Superponiendo las estrellas de Cygnus, Andrew Collins descubrió que otra estrella, Deneb tampoco estaba alineada. Según la exactitud del modelo egipcio, ahí debería haber algo, pero no estaba, pirámide o templo, pero no encontró nada. Tal vez el tiempo lo había destruido o era una estructura diferente de un Templo o una Pirámide. Mas tarde, Collins encontró las claves dejadas en las memorias de un antiguo investigador y diplomático Británico hace 200 años: Henry Salt.
Salt escribió como en 1817, conjuntamente con el explorador italiano Giovanni Caviglia habían investigado una red de catacumbas en Giza a una distancia de varios cientos de yardas antes de llegar a atravesar una “espaciosa cámara”. Esta cámara enlazaba con otras tres de igual tamaño desde las que se extendían varios pasadizos laberínticos, uno de los cuales el italiano pudo llegar a explorar adentrándose unos 300 pies.
Collins decidió retomar precisamente la exploración de Henry Salt y Giovanni Caviglia y buscar precisamente esa red de Cámaras y túneles justo en el punto donde la estrella de Cygnus debería estar representada en el plano, para que el modelo fuera perfecto, con arreglo a los precisos cálculos egipcios. Efectivamente, descubrió una serie de catacumbas, tal y como Henry Salt había descrito, pero inicialmente no encontró ninguna red de túneles ni las cámaras que Salt mencionaba. Entonces, justo cuando estaba preparándose para abandonar el lugar, notó que algo se quebraba en la catacumba, que indicaba la entrada a un enorme complejo de redes de túneles y cuevas. Emocionado y ante la excitación lógica del descubrimiento, Collins inmediatamente procedió a informar a las autoridades Egipcias del monumental hallazgo esperando de ellas la misma motivación que él ante el conocimiento del hallazgo. ¡Craso error!.
Las autoridades egipcias reaccionaron ocultando el hallazgo.
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Antiguedad
12/24/2010
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